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Ejemplo del diseño de una exposición temporal: Rouault en el Bellas Artes de Bilbao

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Ejemplo del diseño de una exposición temporal: Rouault en el Bellas Artes de Bilbao

Mostrada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao como exposición temporal del 15 de noviembre de 2010 al 13 de febrero de 2011. Más de cien obras, entre óleos, dibujos, grabados e incluso una vidriera. No fue una retrospectiva convencional. Su originalidad residió en que se presentaron un buen número de obras inéditas e inacabadas del taller de Rouault- al que el artista rara vez permitió el acceso –  y donadas al Estado francés en 1963 por su viuda Marthe Rouault.

La exposición fue comisariaza por Angela Lampe, conservadora del Centre Georges Pompidou. Dividida en 5 salas y cada una de ellas con una rotulación compuesta por un título y una breve explicación del ámbito en cuestión. Puesto que las obras de por si tenían bastante color, se jugó también en la sala con los colores. Los muros del título grande con una imagen de él en grande, iban en naranja.

Frente al título principal de la exposición se colocó una biografía completa del artista en tres columnas con varias imágenes en su taller.

Empezando la muestra, su autorretrato sobre un muro de color magenta, que se convirtió casi en el protagonista esencial de la exposición.

Para las escenas circenses se dejó el blanco.

En cambio Miserere se dramatizó con un magenta- borgoña oscuro.

Todas las obras estaban colocadas a una altura que sitúa el eje medio de la obra a 1,50 desde el suelo. Y que es lo estándar para el visitante. Salvo el autorretrato que se colocó algo más alto para aumentar la escenografía.

Como extraordinario se presentó una de sus vidrieras para lo que tuvo que construirse un muro especial, con acceso lateral para la iluminación y control de la temperatura y humedad.

Otro dato que cabe reseñar dentro del montaje expositivo es la colocación de dos videos de unos 10 minutos sobre la vida del autor en una sala. Aunque no era este, sirve para hacerse una idea.

En cuanto al recorrido expositivo

La exposición empieza por un autorretrato. Georges Rouault se presenta como aprendiz de obrero. Fue  pintado hacia 1925 y está considerado como una de sus obras maestras, trató de recordar su aprendizaje con los pintores vidrieros Marius Tamoni y Émile Hirsch, y subrayar sus orígenes populares, de los que siempre se sintió orgulloso.

Así pues, Rouault revela su alma de artista: él no es más que un simple obrero que crea con sus manos, un humilde aprendiz al servicio del arte, sin nombre, sin individualidad, sin méritos especiales; rechaza esa larga tradición del creador noble y sagrado, poseído por una furia creativa. Su sitio está al lado de los humildes, de los olvidados, de los marginados. Al retratarse como simple artesano, no sólo ha escogido su campo, sino que profana también la función intangible del artista: los creadores serían, pues, seres de este mundo, no procedentes de la esfera celestial. L’Apprenti-ouvrier nos lleva al corazón de lo que Rouault busca en su arte: la fusión entre lo sagrado y lo profano.  Un antagonismo dogmático que trató de superar y que es, precisamente, por lo que destaca en la historia del arte del siglo XX.

El circo (sería la siguiente sala)

Uno de los temas con que el público más amplio identifica la obra de Rouault es, sin lugar a dudas, el del circo; del que tiene una abundante producción. La figura característica que en él destaca se presenta bajo los rasgos de un payaso triste o con la imagen más serena de un pierrot, prolongación tardía de aquél. También es habitual la imagen de los saltimbanquis que le da pie para denunciar la fragilidad de los más débiles y la indiferencia de la que son víctimas junto con muchos otros marginados que constituirán una galería de figuras recurrentes en su obra durante más de un decenio. El interés de Rouault por el circo arraiga, pues, en una pluralidad de preocupaciones sociales, pictóricas y espirituales.

Obras inacabadas

En 1963, cinco años después de la muerte de Georges Rouault, su viuda Marthe Rouault y sus cuatro hijos donan al estado francés 891 piezas entre pinturas, bocetos, acuarelas y dibujos procedentes del taller del artista. Se trata de composiciones, estudios y pruebas, la mayoría de ellas pintadas al óleo o a la aguada sobre papel, que no estaban firmadas y que el autor consideraba inacabadas, debido a una insatisfacción permanente.

[Esta sala estaba pintada en blanco y se tuvo que bajar la iluminación porque era sobre papel. Además la temperatura y la humedad estuvieron muy controladas (termohigrómetros)]

Miserere

Miserere constituye la matriz de gran parte de la producción de Georges Rouault. La génesis de esta obra hay que buscarla en la muerte del padre del pintor, en 1912, por la que se vio muy afectado.  Son un total de 58 estampas a través de las que el artista ilustra el sufrimiento extremo existente en el mundo contemporáneo y profano. Da al sufrimiento humano una dimensión divina.

Esta sala estaba pintada en una especie de borgoña que destacaba con los negros de los grabados y todavía mucho más baja de iluminación porque los grabados tienen un gran valor. Además la temperatura y la humedad estuvieron muy controladas (termohigrómetros). En cuanto a la señalética las cartelas con los datos de cada obra eran más estrechas, con fondo magenta como el color de la sala y letra en blanco.

 

Obras tardías

A sus 70 años, Georges Rouault no se cansa de reinventar su arte. Los medios han cambiado y los temas evolucionan paralelamente. El paisaje adquiere una importancia cada vez mayor, y en él halla expresión toda la paleta de Rouault. El circo sigue fecundando su obra, y más que la figura del payaso es la del pierrot la que se va imponiendo. Adopta Rouault dos formas de representación de sus personajes: la figura solitaria —cuyo prototipo es la Santa Faz— es vista en primer plano, como las reinas del circo y los pierrots, o bien el pintor presenta sus personajes en grupos de dos o tres, generalmente de medio cuerpo, llenando el espacio hasta la saturación y haciendo que la superficie de la obra tenga una apariencia de mucho volumen, con una textura muy relevante.

Difusión

En cuanto a la difusión se dio una rueda de prensa en la que se convocó a los principales medios con la asistencia del director del Museo, los patrocinadores y la comisaria de la exposición. El mismo día se abrió al público. Como en otras ocasiones se editó un catálogo de la exposición donde se agrupó abundante información documental y visual.

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La Posguerra Italiana, nuevas técnicas de restauración II, Proyecto Mantegna

En 1994 la Sopraintendenza per i beni stonci e artistici del Véneto encargó una operación de inventariado y conservación de los fragmentos de los frescos de Mantegna de la Capilla Ovetari para saber cuál era su estado y poder intervenir, protegiendo y consolidando allí donde fuese necesario. Además con este proyecto se quiso abarcar otra finalidad: valorar la posibilidad de reconstruir  otras zonas de pintura usando tecnología informática.

Este cometido tuvo que hacer frente a numerosas dificultades: elevado número de fragmentos, unos 80.000, que no respondía a ningún criterio establecido. Además los trozos que habían quedado en la parte baja de las cajas se habían desmenuzado.

Se compraron cajas nuevas con cajones, se procedió a guardar los fragmentos con un escrupuloso criterio, por clases homogéneas: verdes, azules, dorados, dibujos monocromos, etc. y allí donde era posible subcategorías, por ejemplo, azules con dorados. A continuación se marcaron con una identificación alfanumérica: el número identificaba la caja y la letra el cajón.

Se intervino sobre los fragmentos según una secuencia de operaciones:

-Prefijación, cuando era necesario, de la película pictórica con resina acrílica disuelta en agua (Primal® AC-33 disuelto en agua en proporción 1:10).

-Limpieza superficial del polvo con un pincel suave.

-Remoción de polvo y depósitos grasos de película pictórica con esponjas y pinceles con una disolución acuosa de pH ligeramente básico.

-Limpieza con agua destilada.

-Unión con adhesivo cianoacrilato de los fragmentos para los que se había encontrado puntos de unión seguros.

-Consolidación de la parte trasera con resina acrílica en solución (Paraloid® B-72 en diluyente Nitro® al 3%).

-Una vez evaporado el solvente, numeración de los fragmentos en la parte posterior. Para que la numeración no se borrara con el tiempo, se empleó rotulador negro con punta semirrígida, previo tratamiento y consolidación de la parte trasera.[1]

Se creó un inventario digital con las fotografías de ambos lados de cada fragmento. Esta documentación y la aplicación de los algoritmos matemáticos adecuados, permitió «jugar» con los fragmentos sin tocarlos y, por tanto, sin deteriorarlos.

Una vez creado el catálogo digital, se procedió a imprimir a tamaño natural las escenas de todas las paredes para utilizar esas impresiones como ayuda y confirmación de la posición de los fragmentos. Se trabajó con las fotografías que habían hecho,  los hermanos Alinari y Domenico Anderson entre 1885 y 1898, documentación fotográfica que constituye un instrumento insustituible para el estudio de los frescos. No obstante, la operación tropezó con problemas. Las fotografías eran en blanco y negro y las dimensiones de la capilla no coincidían exactamente con las actuales, por lo que las fotografías se tuvieron que distorsionar levemente. Nunca se fotografío la decoración pictórica en su totalidad: faltaban los marcos pintados que delimitaban las escenas. Fue necesario hacer una integración virtual.

Con la base de datos digital y las reproducciones más o menos exactas, mediante técnicas de reconocimiento de la imagen, era posible calcular, con un bajísimo porcentaje de error, la posición y orientación de cada fragmento. Este proceso se denominó «anastilosis informática«. Respecto al método tradicional, la conservación era más segura y menor el coste económico, de tiempo y humano.

La anastilosis informática se completó con una investigación documental histórica y un estudio de colores y de las pinceladas de los frescos conservados. Se extrajeron micromuestras de los principales colores y se observaron secciones transversales lúcidas con microscopia óptica (MO) y electrónica de rastreo (SEM). El estudio se enriqueció con el microanálisis por energía dispersa, con la finalidad de determinar cualitativa y semicuantitativamente los elementos químicos presentes en las capas de color y preparación.[1]

El análisis matemático de la reconstrucción se basó en el reconocimiento óptico de objetos y trabajó comparando la imagen de un fragmento con el contexto pictórico de donde provenía. Una vez encontrada la posición del fragmento, fue necesario concretar su correcta orientación. Para ello, el método de análisis utilizado se basó en el presupuesto teórico fundamental de que una imagen digital puede descomponerse y recomponerse por medio de un conjunto de imágenes, base que son sustancialmente invariables respecto a la rotación: la comparación de esta descomposición del fragmento en invariantes, base con la relativa del fresco era suficiente para establecer si coincidían o no.

La posición del fragmento se realizó mediante el cálculo de probabilidades que el ordenador ejecutaba rápidamente recurriendo a uno de los algoritmos más importantes de todo el tratamiento digital de las señales, el llamado Fast Fourier Transform (FFT)

Entre 1998 y 2000 se realizó una experimentación del método con 1000 fragmentos correspondientes a la escena del Juicio de Santiago. Ante los buenos resultados, se llevó a cabo un proyecto a gran escala llamado «Proyecto Mantegna». Fue encargado al Departamento de Física de la Universidad de Padua y se planificó entre 2000 y 2001.

El 22 de octubre de 2001 el «laboratorio Mantegna» inició su actividad estructurada en tres fases consecutivas:

-Fragmentación. El operador debía «recortar» de cada fragmento digital una porción de forma circular lo más extensa posible u que contuviera elementos pictóricos significativos.

-Elaboración. Dicha porción de fragmento era elaborada por el ordenador sobre la escena elegida. El cálculo restituía una secuencia de posiciones posibles ordenadas según el coeficiente de correspondencia (matching).

-Análisis virtual. El operador era capaz de leer el contexto en que se posicionaban los fragmentos del ordenador en base a elementos objetivos: contenido pictórico externo a la parte circular «recortada», eventual información sobre colores u contornos de fragmentos ya colocados, etc. Analizaba la posición, la valoraba y confirmaba o negaba la efectiva localización del fragmento. Todas las posibilidades venían dadas por el ordenador en orden decreciente de coeficiente de correspondencia.

Autor: Laboratorio Progetto Mantegna
Datos Biográficos: Escena restaurada del Milagro de san Jaime yendo hacia el martirio. Los recuadros rojos indican la posición de los detalles ampliados
Datación: 1994
Materia/Técnica/Formato: Fotografía
Soporte:

Medidas:

Papel

70 x 70 cm.

Clasificación Genérica: Instalación
Forma de Ingreso: Préstamo
Fecha de Ingreso: 2013
Número de Registro: AD78526

 

Autor: Laboratorio Progetto Mantegna
Datos Biográficos: Escena restaurada del Juicio de San Cristobal. Los recuadros rojos indican la posición de los detalles ampliados
Datación: 1994
Materia/Técnica/Formato: Fotografía
Soporte:

Medidas:

Papel

70 x 75 cm

Clasificación Genérica: Instalación
Forma de Ingreso: Préstamo
Fecha de Ingreso: 2013
Número de Registro: AD78566

 

Autor: Laboratorio Progetto Mantegna
Datos Biográficos: La llamada de Santiago. Los recuadros rojos indican la posición de los detalles ampliados
Datación: 1994
Materia/Técnica/Formato: Fotografía
Soporte:

Medidas:

Papel

70 x 40 y 70x 60 cm

Clasificación Genérica: Instalación
Forma de Ingreso: Préstamo
Fecha de Ingreso: 2013
Número de Registro: AD65872

En las anteriores imágenes se puede observar la labor de la restauración llevada a cabo durante años. Desde 1944, cuando Cesare Brandi se hizo cargo de la operación de la restauración de los frescos, hasta nuestros días, que gracias a los avances informáticos se puede trabajar más eficaz y rápidamente. Sobre paneles, reproduciendo en colores grises las escenas, se dispusieron los fragmentos identificados, reintegrando las partes entre un fragmento y otro con colores a la acuarela del trazo vertical rigatino. De esta manera se respetaron los principios de reconocimiento y reversibilidad, pero al mismo tiempo se restituyó a la capilla su efecto decorativo y se revalorizó la pintura original.

 

[1] [1] Unicum. La capilla Ovetari o la tares de recomponer un puzzle. pág. 5

[1] Unicum. La capilla Ovetari o la tares de recomponer un puzzle. pág. 4

La Posguerra Italiana, nuevas técnicas de restauración I

Durante la Segunda Guerra Mundial el patrimonio de Italia se vio gravemente afectado por los bombardeos sucedidos durante la contienda. Arquitectura, pintura mural e incluso núcleos urbanos enteros tuvieron que ser restaurados. La tarea fue tal, que en Italia el proceso de reconstrucción iniciado en 1945 estuvo acompañado por un debate metodológico sobre la restauración monumental que revitalizó la reflexión en torno a la práctica y a la teoría, consiguiendo una «refundación en la disciplina».

Las traumáticas destrucciones que asolaron monumentos y ciudades, originaron la crisis del método cauto y equilibrado de la «restauración científica».  La magnitud de los daños cualitativa y cuantitativamente dio lugar a problemas excepcionales que hicieron imposible aplicar de un modo generalizado los minuciosos principios del «método filológico» que habían sido internacionalmente comprendidos en la Carta de Atenas.

Protagonista indiscutible de esta ingente labor fue Cesare Brandi, autor del «restauro critico«, además del director, junto a Giulio Carlo Argan, del Instituto Centrale de Restauro, creado en 1939.

La delicada recomposición de los frescos de Andrea Mantegna en la capilla Ovetari de la iglesia de los Eremitani de Padua fue uno de los principales aportaciones llevada a cabo por Cesare Brandi y  el Instituto Centrale del Restauro, quien inauguró un método de restauración y reintegración de lagunas en frescos gravemente dañados por bombardeos.

Fresco, Traslado del cuerpo de san Cristobal de Mantegna

 Padua

La ciudad de Padua, ya durante el siglo XIV, había contando con la actuación de grandes maestros como Giotto, encargado de la decoración de la capilla de los Scrovegni. Durante el siglo XV coincidieron en la ciudad Donatello y Mantegna, contribuyendo a la creación de un lenguaje renacentista que se impuso en los centros artísticos del norte de Italia. Donatello trabajó en el crucifijo de la basílica de San Antonio y en el monumento ecuestre de Gattamelata.

Mantegna, junto con Antonio Vivarini, Giovanni d´Alemagna, Ansuino da Forli, Bono de Ferrara y Nicoló Pizolo, se encargaron en 1448 de la decoración de la capilla funeraria de la familia Ovetari, consagrada a Santiago el Menor y a san Cristobal. Mantegna trabajó en ella desde 1448 hasta 1457 en un clima de gran rivalidad con Nicolo Pizolo, quien no acabó su trabajo, ya que murió en 1453.

El 11 de marzo de 1944 un bombardeo destruyó el ábside de la iglesia de los Eremitani, parte de la nave lateral y totalmente las capillas Dotto y Ovetari. El monumento quedó en un estado lamentable.

El primer paso de la restauración en este proceso ha sido reconstruir la historia. En lo referente a la arquitectura  se tuvo como objetivo devolver a la capilla su estructura originaria, anulando una serie de intervenciones y añadidos perpetrados a lo largo de los siglos.

IMAGEN PERTENECIENTE A PABLO ANDRÉS RODRÍGUEZ. DERECHOS RESERVADOS

Padua, Italia

En cuanto a los frescos, la preocupación por su estado ya era latente desde el siglo XIX, hay numerosos testimonios de voces a favor de la restauración. La humedad que subía por la capilaridad del pavimento a través de los muros había dañado las pinturas bajas. En particular, la más afectada era el Martirio de san Cristobal, en la parte inferior de la pared derecha. En 1870 ante la alarma del deterioro, se optó por una intervención con cera, a pesar de saberse que producía una alteración de los colores. Con este intento de restauración no se obtuvieron los resultados deseados, de manera que en 1886 se decidió arrancar esta escena conjuntamente con la del Traslado del cuerpo de san Cristobal. El pintor Antonio Bertolli fue el encargado de la operación y, visto el éxito, se procedió a arrancar también la Asunción cuatro años más tarde.

El arranque de frescos para su conservación en otra ubicación ha sido una técnica muy empleada. Hoy día sólo se practica en casos extremos de deterioro o por derribo del edificio. Se pueden utilizar diferentes técnicas: el arranque sólo de la película pictórica o strappo, el arranque de la película pictórica con el enlucido o stacco y el arranque incluido el muro o stacco a massello.

En 1925 se realizaron obras en la iglesia para restituirle su «carácter primitivo». A partir de ese momento las pinturas de la capilla se podrían contemplar desde la nave central. En 1931, para conmemorar el 5º centenario del nacimiento de Mantegna, se colocó el altar en el centro de la capilla y se rehízo todo el pavimento con el objetivo de frenar la humedad.

Durante la Primera Guerra Mundial hubo en Italia una gran preocupación por salvaguardar las obras de arte. La capilla Ovetari se protegió con el blindaje del techo y una protección interna con tirantes de hierro. Durante la Segunda Guerra Mundial, la única medida que se tomó fue el traslado de los frescos arrancados a un lugar seguro. Esto explica que se salvaran de la bomba que redujo a la capilla en un montón de escombros.

Tras el fatídico incidente se recogieron los fragmentos de la destruida capilla. La operación se realizó sin criterio ni tutela, pero no hay que olvidar que se trataba de un periodo bélico. Se arrancaron y se traspasaron a lienzo las zonas pictóricas que habían quedado en algunas partes de las paredes en ruinas Todo metido en cajas, que se trasladaron rápidamente al Instituto Centrale per il Restauro de Roma.

Cesare Brandi, que por aquel entonces era el director del Instituto, se puso inmediatamente al frente de la campaña de restauración. La escena de la Degollación de Santiago se recompuso con los fragmentos más grandes, utilizando una técnica novedosa para la época: se realizó una impresión fotográfica sobre tela de la pintura y sobre ella se fueron colocando los fragmentos, llenando las lagunas con la técnica del rigatino. Se recompusieron otros frescos, como una parte de la escena de Santiago ante Herodes Agripa, San Cristóbal poniéndose al servicio del rey de los diablos, San Cristóbal cruzando el río con el niño Jesús a hombros y la Predicación de san Cristobal. Todo gracias a una ingente labor de restauración que se realizó durante muchos años. A medida que se iba completando la restauración, las pinturas se colocaban en la capilla, rápidamente reconstruida en un año.

En el próximo post seguiremos hablando sobre el Proyecto Mantegna y la restauración de la capilla Ovetari.

 

 

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Entrevista en Parcela Digital

El pasado abril me hicieron una entrevista en la revista Parcela Digital, que, por cierto, acaban de ganar el Premio Internacional OX en la categoría de Informática e Internet.

Aunque es una revista dedicada a la informática e internet decidieron hacerme la entrevista en calidad de blogger, precisamente por este blog, al que le he dedicado tanto cariño, pero últimamente lo he tenido algo olvidado porque he tenido que dedicarme a otras actividades que me han tenido totalmente ocupada.

La verdad, es que le he cogido mucho cariño al blog, y, aunque tiene mucho que mejorar, me encanta compartir estos post sobre arte, cultura, viajes y, a partir de ahora, educación. Si queréis hacerme cualquier sugerencia ¡estaré encantada!

Os dejo el link de la entrevista por si os apetece leerla.

http://parceladigital.com/2017/04/02/laura-avila-autora-del-blog-hay-que-tener-arte/

Mi enhorabuena a Manuel Llaca, el director de la revista Parcela Digital y muchísimas gracias por contar conmigo para ser parte del contenido de la misma.

 

 

Millet y el realismo

Millet es la otra cara de la moneda de Daumier. Su pintura es mucho más sosegada y estática, más atenta a la representación de la realidad. Millet desprecia la teatralidad de las imágenes para producir un golpe de efecto. En Millet percibimos todo lo contrario que en las obras de Daumier; un universo recogido, íntimo, en lo que lo sencillo se eleva a categoría clásica.

Los protagonistas de las obras de Millet son los campesinos. Ya anteriormente, en la Historia del Arte, se había realizado cuadros con campesinos como los de Brueghel, pero siempre se les representaba como unos holgazanes borrachos.

millet

Millet retrata a la población rural más pobre de Francia, pero eleva la dignidad de los campesinos, a través de sus figuras clásicas les otorga de una nueva importancia.  Esta temática artística, que  fue muy popular, se minimizó su peligrosa y latente fuerza social debido a que se interpretó de un modo más prosaico, evocando a un mundo de sencillez e ignorancia. Se trata de una  argucia política muy interesante si tenemos en cuenta que la gran batalla de la izquierda se estaba empezando a centrar en el mundo rural, una vez desalentado el proletariado urbano, como ha demostrado Clark.

Millet a partir de la dignidad pictórica no sólo revitalizaba, en un contexto agrario, el vocabulario heredado del arte clasicista, sino que también les decía implícitamente a los burgueses que acudían a los Salones a ver sus obras, que debían de tomar a este grupo de población en serio, como una fuerza emergente.

Su pintura, tendió siempre a ser opaca y terrosa. Baudelaire, espíritu clarividente, pero agrio, le echaba en cara los asuntos de sus cuadros: «Hace alarde de un sombrío y embrutecimiento en sus campesinos que excita nuestro furor. Parecen decirnos: somos los «desheredados» del mundo, los únicos que «producimos gracias a nuestro trabajo». La representación de trabajadores o campesinos como protagonista de los cuadros ponía un tanto nerviosos a algunos escritores del momento y a burgueses. En sus escritos tildaba a los más desfavorecidos como unos animales incultos, estúpidos  y borrachos.

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En el Angelus dos campesinos interrumpen su trabajo mientras rezan. Es la primera vez que dos campesinos centran hegemónicamente la temática de una pintura. Las figuras son masas pesadas y tristes, con la cabeza baja, sumidas en la desolada inmensidad de las llanuras inacabables. Sus contemporáneos le reprocharon siempre su visión áspera y triste de la vida de los campesinos. Sin embargo, el pintor consideraba que «al mirar la naturaleza y los hombres nunca he visto su aspecto alegre». Para él, que parecía escuchar las voces profundas de la naturaleza, interpretaba una realidad que, aun sin comprenderla como él afirmaba, transcendía cualquier sentimiento de complacencia bucólica.

El Angelus sirvió de inspiración para Dalí, que tituló su cuadro el Angelus Arquitectónico de Millet.

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El surrealismo como el realismo nace de la revolución. Revolución de la ciencia. El siglo XIX conoció un avance sin precedentes en esta materia. En el siglo XX  la teoría de la Relatividad de Albert Einstein y los descubrimientos en el ámbito de la teoría cuántica de Louis-Victor de Broglie y Werner Karl Heisenberg destruyeron los principios de causalidad con los que la física venía explicando el universo. Los planteamientos científicos vinieron  a desestructurar las nociones anteriores de la materia y del mismo hombre. La revolución en el plano de la mente viene de la mano de Sigmund Freud, lejos de moverse por la razón, la lógica y la voluntad, el hombre estaba gobernado por un estrato lejano, nebuloso, desconocido e incontrolable, el inconsciente.

A esta revolución le acompañó una revolución política. El comunismo, que debe sus ideales a Karl Marx, nacido en el siglo XIX.

Una de las principales aportaciones que realizó Dalí al surrealismo fue el descubrimiento del método paranoico-crítico. Partiendo de la las teorías del psicoanalista francés Jacques Lacan llegó a un sistema de prospección al que el propio pintor definió como un «método espontáneo de conocimiento irracional basado  en la objetivación crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones delirantes». Una de las variantes iconográficas del repertorio-crítico del pintor ampurdés son los denominados caprichos o temas elegidos al azar como el Angelus, cuadro ejemplificador de la moralidad cristiana del siglo XIX y por el que Dalí sentía profunda admiración. En su proceso de interpretación de este motivo, Dalí lo dotará de connotaciones eróticas más o menos explícitas, como ocurre en la mayoría de su producción.

 

 

 

 

 

 

 

Daumier y el realismo

Para Honoré Daumier la presentación de la realidad y del presente fue también una de sus obsesiones.  Artista polifacético: dibujante, caricaturista, ilustrador y escultor. Descubrió su auténtica vocación trabajando en la revista La caricature, en el que Daumier representaba al rey burgués con la boca abierta, engullendo las carretas de alimentos que le llevaba su pueblo hambriento. Esto le convirtió en un hombre célebre y le llevó a la cárcel. A pesar de sus múltiples causas judiciales, Daumier no cejó en sus acerbas críticas al poder. Es esta la época en la que popularizó la imagen del rey representado como una pera y realizó también los retratos-caricaturas en barro cocido coloreado de diputados y pares de Francia.

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Daumier, en su obra partió de una expresividad que alcanza en ciertas ocasiones un carácter esperpéntico. Desde esta expresividad acometió tanto temas realistas (escenas de la calle, de las salas de audiencia, alegorías sociales) de acentuado contenido crítico, como temas tomados del teatro (actores y saltimbanquis), de la fábula (Don Quijote), e incluso de la historia sagrada.

Su concepción de la política le hacía ver la dimensión de la opresión del poder como una losa que asfixiaba al pueblo. Sus representaciones son un claro ejemplo de contestación a esta situación. Pero Daumier tiene un tratamiento del realismo diferente al de Courbet, no basa su protesta en la representación realista de unos acontecimientos frente al mundo académico y alegórico de las musas. Su contestación la acomete desde la agresividad que proporciona su profunda expresividad pictórica, desde su lucha contra el dibujo y la forma académica y desde la desvinculación del mundo hedonista del color. Con Daumier se abre un debate posterior del sentido y significación de los realismos, ya que el realismo no sólo consiste en representar en el lienzo el naturalismo y la realidad vivida en el momento, el realismo va más allá, la expresividad de lo real y su crítica es lo que confiere que una obra sea realista. Por muy importante que pueda ser la fidelidad a la realidad visual constituyó tan sólo un aspecto del programa realista; y sería erróneo basar nuestra concepción de un movimiento tan completo sobre uno de sus rasgos: la verosimilitud. A fin de entender el realismo como actitud estilística dentro de su período, debemos atender a algunas de las restantes aspiraciones y logros de los realistas, como fue la pintura nerviosa de Daumier.

En esta obra, ¡Queremos a Barrabás!, toma prestada la temática religiosa del Ecce Homo, a la que Daumier le ha conferido un contenido social.queremos a barrabas

Daumier pone de manifiesto su rebeldía frente a las formas establecidas, lo mismo que frente al poder que condena al inocente. En esta pintura bajo la forma de alegoría religiosa, ofrece una reflexión sobre la naturaleza del ser humano cuando este traspasa el umbral que lo desvincula de su categoría de pueblo para convertirlo en masa, ejerciendo un fenómeno que adquiere su verdadera dimensión con el inicio de las grandes concentraciones urbanas a consecuencia de la Revolución Industrial. Como consecuencia de ello el pueblo es capaz de resistir o rebelarse, la masa se torna sumisa y a veces deviene en cruel colaboradora del poder. Como dijo Giulio Argan: «histéricamente pedirá la gracia para el bandido y la muerte para el santo».

Daumier, como ya hemos señalado, tuvo varios tropiezos con la justicia. Esta experiencia le sirvió como inspiración para realizar Recuerdo de la cárcel de Sainte-Pélagie en 1834. A partir de entonces, Daumier se convertiría en un asiduo del Palacio de Justicia y en un atento observador de su «fauna»: abogados, jueces, demandantes, etcétera.

daumier_palais DE JUSTICIA

La gran sobriedad de la composición, acentuada por la dura monocromía de las togas negras de los abogados, contribuye a resaltar la intensidad dramática y casi teatral de la escena, potenciada también por el tratamiento de los rostros, que parecen máscaras impersonales. Daumier incrementa aún más esta tensión colocando a la derecha a la viuda desconsolada y a su hijo, ambos vestidos de negro, que contrasta con el personaje burgués, pintado en una gama de tonos más claros, que sale muy satisfecho del palacio de justicia, se supone que por haber ganado un pleito precisamente a la viuda.

La burla demostró ser un arma formidable para rasgar la cobertura protectora del sentimiento o artificio convencionales extendido sobre la realidad.

Las obras de Daumier recuerdan, en cierta manera, a las de Goya. Ambos artistas recurriendo a lo grotesco y la caricatura retratan lo más obscuro de la sociedad. Se perciben los monstruos que se llevan dentro, que afloran.

 

 

 

El Realismo. Confrontación burguesía-proletariado

En los sucesivos post iré haciendo entradas de un tema que a mi me apasiona y parece que siempre está de actualidad: el Realismo.

Courbet, Millet o Daumier serán los protagonistas de los próximos post. Comenzamos con Courbet.

Courbet y el Realismo

En el siglo XIX surge una corriente de pensamiento llamada positivismo. August Comte, uno de los máximos representantes de esta corriente, nos habla del espíritu positivo que plantea la sustitución de los valores y los conceptos ideales por una concepción basada en la atenta observación de los fenómenos reales que desplaza todos los conceptos derivados de la elucubración y de la imaginación. Solamente el espíritu científico, la verificación, el análisis y conocimientos de lo real a través de la ciencia pueden ser los caminos que permitan acceder al conocimiento.

El taller del pintor, 1855

El taller del pintor, 1855

A esta corriente filosófica hay que sumarle que el último tercio de siglo estuvo plagado de grandes cambios; las revoluciones de 1848, el ascenso de la burguesía, el desarrollo de la actividad industrial, transformación de las ciudades, aparición de un proletariado urbano, etc.

En arte, la correspondencia de este fenómeno se manifestó a través de una nueva concepción de la realidad. El presente cobra un nuevo valor frente a la Historia.

El Realismo es un movimiento científico, naturalista, anticlásico, antirromántico, antiacadémico, pero sobre todo, progresista y social. No cree en la belleza única, ni en lo sublime, ni en los modelos clásicos. Observación del natural porque el artista tiene una misión concreta que cumplir: copiar las costumbres y usos de la sociedad para poder reformarlos, preferentemente las de las clases más humildes. Se proponen un compromiso más profundo con la sociedad: decir toda la verdad, y esta exigencia se convirtió en un imperativo moral tanto epistemológico como estético. La historia del arte de finales del siglo XVIII y el siglo XIX es, como dice Grombich, la historia de la lucha contra los schemata, y el arma más importante en esta lucha fue la investigación empírica de la realidad.

Courbet se propone romper con los componentes «pictóricos» y sustituirlos por otros realistas. Es decir, que la realidad desplace a la pintura para crear un nuevo equilibrio entre el tema y el sistema de representación.

Sus cuadros eran provocativos y abiertamente polémicos, no tanto por lo que decía -no contienen mensaje explícito alguno- sino por lo que no decían. Sus obras son desidealizadas, insólitamente directas y prosaicas, de temas relacionados con las clases humildes de la época. No encajaban con el gusto burgués ni con el arte académico hasta entonces realizado. Los héroes de Courbet no eran grandes hombres del pasado clásico, eran  «el trabajador», «el campesino» o «el ciudadano corriente de clase media». En el arte realista, por primera vez, los protagonistas son las personas del escalón más bajo de la pirámide social. Aunque Caravaggio hubiera utilizado modelos de baja condición social para sus composiciones, eran la inspiración para dar forma a un personaje ilustre como vírgenes o santos. En el arte realista los campesinos sirven para retratar campesinos.

Entierro de Ornans, 1850

Entierro de Ornans, 1850

Los realistas rechazaron tanto la pomposa retórica  como los grandiosos temas del pasado, ninguno de los cuales poseía, en sus sentir, relevancia alguna con la vida moderna, y se dirigieron a aquellos ámbitos nuevos o hasta entonces postergados de la experiencia moderna, como el destino de los trabajadores pobres, tanto rurales como urbanos, la vida diaria de las clases medias, la mujer moderna -y en especial la mujer caída-, el ferrocarril y la industria, y la ciudad moderna misma, con sus cafés, sus teatros, sus trabajadores y paseantes, sus parques y bulevares y la vida que en ellos se llevaba. De todos estos temas de la vida del momento, ninguno fue considerado hasta tal punto epítome mismo de la experiencia moderna, o se trató con tanta concreción y perentoriedad por los artistas de mediados de siglo, no sólo en Francia, sino también en Inglaterra y en todo el continente, como el tema del trabajo.[1]

La revolución de 1848 fue de vital importancia para el ámbito laboral. Se elevó la dignidad del trabajo a estatus oficial y la grandeza de le peuple a artículo de fe. Representó la primera gran confrontación de intereses entre la clase trabajadora y la burguesía, porque fue la primera revolución auténticamente proletaria que además se propagó como un seísmo a la mayor parte de los países de Europa. En este momento aparece ya de una forma nítida una idea que se venía forjando desde 1830: la idea de un arte que debe tomar una conciencia de su misión social.

Los picapedreros de Courbet o El Aventador de Millet son obras que representan cabalmente los ideales de 1848.

Los picapedreros fue realizada por Courbet en 1849, tan sólo un año después de la revolución de 1848 y de que Marx y Engels publicaran el Manifiesto Comunista. El propio Courbet nos cuenta como yendo de viaje al Château de Saint Denis, vio a dos picapedreros que le sugirieron la realización de este cuadro cargado de crítica social. El artista describe con precisión este aspecto, al describirlo señala que «el anciano está arrodillado y el joven detrás de él erguido sujetando con fuerza un cesto de piedras. ¡En este estado se empieza y se acaba así!.

Obra de tamaño monumental en que Courbet ha pintado simplemente dos miembros del subproletariado el Franco Condado a quienes encontró un día en el camino. Pese al detalle con el que Courbet ha realizado los ropajes de los picapedreros,  las figuras no se han organizado de acuerdo con los preceptos generalizados. Muestran falta de elegancia, rigidez, taciturnidad, lo que por otra parte, es inherente al trabajo duro que los protagonistas del cuadro están realizando. Courbet no lleva más allá en términos formales del simple hecho de la existencia física de los de trabajadores y su existencia en cuanto elementos pintados sobre el lienzo. Picar piedra siempre ha constituido el destino de los más humildes de la sociedad. Con este tema se ilustra el trabajo gratuito e insignificante, el plano más bajo de la labor manual.

Los picapedreros sirvió como fuente de inspiración a Proudhon para realizar un discurso contra las iniquidades de la moderna civilización industrial en su Du Principe de lárt de 1865.

[1] Nochlin, Linda. El realismo. Madrid. Alianza Forma. 1991. Pág. 95

Aniversario de Dadá

Con motivo del cien aniversario de la creación de Dadá he realizado un artículo que podéis leer en el blog de The Light Mind.

The Light Mind es una plataforma en la que colaboramos diferentes profesionales del mundo del arte para intentar dar más visibilidad a esta disciplina. Nace con la intención de la difusión artística. Te invito a que les conozcas porque seguro ¡qué te interesa!

dada.lhooq

Iré poniendo aquí los enlaces de los post y artículos de revistas que vaya escribiendo.

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Espero que te guste el artículo de Dadá, tiene una segunda parte que será publicada próximamente.

¡Feliz lectura!

Trabajos realizados

En esta sección puedes ver algunos de los trabajos que he realizado para diferentes medios on line.

¡Ah Magazine! Revista on line dedicada al arte contemporáneo, diseño, ilustración y gestión cultural.

http://www.ahmagazine.es/author/laura-avila/

elcotidiano.es. Periódico online donde me ocupé de la Agenda Cultural.

http://www.elcotidiano.es/author/lauraavila/

http://www.elcotidiano.es/nuevas-propuestas-expositivas-en-las-galerias/

http://www.elcotidiano.es/lb-contemporary-art-cancela-el-video-del-sirio-nassouh-zaghlouleh-por-miedo-a-las-represalias/

http://www.elcotidiano.es/especies-de-espacios-transforma-el-macba/

http://www.elcotidiano.es/vogue-like-a-painting-en-el-museo-thyssen-bornemisza/

http://www.elcotidiano.es/jeff-koons-y-tucker-en-bilbao/

http://www.elcotidiano.es/las-novedades-de-muitt-madrid/

http://www.elcotidiano.es/muitt-madrid/

Blog de DSIGNO, Campus de enseñanza Superior Online de Diseño de Moda, Diseño Gráfico y Diseño de Interiores.

http://www.dsigno.es/blog/

The lighting Mind. La línea editorial  está centrada en el arte desde sus múltiples disciplinas.

http://www.thelightingmind.com/author/laura-avila-s/

http://www.thelightingmind.com/los-manifiestos-dada/

Blog Iris People, el blog del primer centro online de compras, tiendas y servicios pensado para las personas, familias y negocios del colectivo LGBT

http://blog.irispeople.com/andy-warhol-en-el-guggemheim/

 

WeCollect en el Museo Lázaro Galdiano

Entrar en el Museo Lázaro Galdiano es como colarse en el fantástico mundo de José Lázaro, su fundador. José Lázaro (1862-1947) fue un humanista del siglo XX, gran coleccionista, amante del arte y la literatura, comprometido con la sociedad y creyente en la capacidad de la cultura para cambiar la realidad. Erudito y curioso, persona inquieta siempre ávido de conocimientos. Desarrolló un papel primordial en el mundo de la cultura española entre finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX.

Fue el fundador de la España Moderna (1889-1914) importante revista y editorial de la época, que publicó más de 600 monografías dedicadas a la ciencia jurídica, la sociología o la filosofía, sin olvidar la literatura. Una importante contribución al desarrollo del país fue la inclusión de autores extranjeros, inéditos en España, que la editorial publicó. En la revista colaboraron grandes literatos del momento como Emilia Pardo Bazán, Galdós, Clarín, Zorrilla, Concepción Arenal, Cánovas o Unamuno.

En 1903 se casó con Paula Florido y Toledo, dama aristocrática argentina. Compañera ideal que colaboró con él en la conservación e incremento de sus eclécticas colecciones. Para ella construyó la residencia «Parque Florido» (Madrid) donde se mudaron tras su inauguración, siendo  el microcosmos familiar. Veladas con amigos, conciertos y tertulias intelectuales tuvieron lugar en esta mansión. Desde 1951, la residencia alberga el museo donde se exhiben sus colecciones.

Al fallecer Paula en 1932, José Lázaro se dedicó a viajar por el extranjero ampliando su colección. Residió principalmente en Nueva York y París, donde adquirió obras de arte en anticuarios y casas de subastas, formando nuevas colecciones que después incorporaría a la que había dejado en Madrid.

museo-lazaro-galdianoLa residencia «Parque Florido» nos habla de los gustos de José Lázaro. El proyecto fue encargado a José Urioste. Para ser posteriormente reformado por los arquitectos Joaquín Kramer y Francisco Borrás, siguiendo precisas indicaciones de Don José. Influido por la moda imperante en la época, el palacete presenta un estilo neorrenacentista, incluyendo elementos clasicistas tomados de Ventura Rodríguez.

La decoración pictórica de los techos fue realizado por Eugenio Lucas Villamil, con un amplio programa iconográfico plagado de alusiones mitológicas, literarias y plásticas, que plasmaban perfectamente el espíritu intelectual de José Lázaro.

Entrar en el museo nos ofrece una experiencia única, un pequeño viaje en el tiempo. Los salones mantienen la decoración y los elementos arquitectónicos originales, transportándonos a las lujosas residencias del Madrid de las primeras décadas del siglo XX.

La Fundación Lázaro Galdiano es la encargada de gestionar el legado que José Lázaro Galdiano donó generosamente al Estado a su muerte. Está compuesta por un Museo, con más de doce mil obras de arte y un importantísimo Archivo y Biblioteca. Además la Fundación publica trimestralmente la revista de arte Goya, todo un referente en su ámbito.

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La marca de la Fundación es «Colección Lázaro. Un museo para el coleccionismo«, queriendo ser un referente y un punto de apoyo en el estudio y difusión del coleccionismo, propiciando la reflexión y el diálogo en torno a este fascinante tema.

En esa línea de trabajo el Museo Lázaro Galdiano y WeCollect Club han creado WeCollect Education, un innovador programa de formación para coleccionistas de arte compuesto por 15 cursos impartidos por prestigiosos expertos en mercado del arte e invitados como Soledad Lorenzo, Pablo Melendo, Javier Martín Jiménez o Antonio Lobo, que compartirán sus experiencias en torno al mercado y el coleccionismo.

El programa busca dotar a los coleccionistas de arte actuales y futuros de las competencias y conocimientos necesarios para desarrollar su colección a través de un ecosistema de cocreación. Un coleccionista actual debe diseñar un modelo de colección adaptado a su personalidad e intereses y dominar las técnicas de gestión actuales necesarias para crear su colección a través de un proceso de aprendizaje basado en la experiencia, identificando y potenciando sus mejores habilidades para adquirir la confianza e intuición necesarias para comprar arte de forma segura. Por eso, WeCollect Education estructura el programa en los siguientes cuatro bloques; Ecosistema del coleccionismo, Diseño de colecciones, Gestión y negocio y Competencias para coleccionistas.

El Museo se ha convertido en un espacio abierto al debate, reflexión y al conocimiento de diversos enfoques relacionados con el hecho de coleccionar. A través del programa “Colección invitada” hemos mostrado al público colecciones privadas como la de la Fundación Mª José Jove, Leandro Navarro, Jozami, Alicia Aza o diversas obras de colecciones de videoarte gracias al proyecto de Loop Barcelona, entre otros.

El curso comenzará el próximo 9 de febrero y durará hasta el próximo 28 de junio. Una oportunidad para que coleccionistas de arte amplíen sus conocimientos y compartan su experiencia.